Carta para mi amante

Al llegar la noche,

sola aquí en mi cama,

quisiera abrigarte con mi sexo

en las noches más frías

debajo de mis cobijas de lana virgen

sintiendo el calor de tu cuerpo en el mío

y sin mediar palabra.

De ti

deseo sentir tus besos congelados

y al mismo tiempo apasionados

rompiendo el fuego en nuestro interior.

Un mutis involuntario.

Mis ojos se pierden en el momento más encendido;

te veo aunque no logro enfocar lo que miro

ni en dónde,

se desvanecen sintiendo tu sudor,

esencia del calor de mi amante,

en tu sexo.

Me siento muy deseada cuando estamos juntos,

marcas el deseo

y el delirio de tenerte cerca cada vez se vuelve más palpable.

No tardes mucho…

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