jueves, 13 de mayo de 2010
CUATRO DÉCIMAS AL MAESTRO
Gracias por lo que eres,
Maestro,
sin que importe
crítica, a veces, y que te conforte
saber que sin
la luz de tus quehaceres
no existirían en el mundo bachilleres,
tampoco
presidentes;
aunque éstos, recientes,
tu culpa no han de ser
porque
a aprender
jamás obligarás a los renuentes.
La ciencia a ti te
debe
haber sido por siglos transmitida;
de tu mano la vida,
no
importa el reto, ha hecho que lo apruebe
y tu esfuerzo jamás ha sido
breve
porque siempre se
une a tu existencia
y vemos con
frecuencia
que la das sin que exista recompensa
porque fue tu
deber, siempre se piensa,
sin que se rinda honor a tu sapiencia.
Es
justo ya que ese tu esfuerzo diario
de labrar de la patria su futuro
deje
de ser un trabajar oscuro
en que siempre, ni
el premio ni el
salario,
tan tristes como son un obituario,
llenen siquiera tus
expectativas
y hacen ser tus quincenas tan esquivas
y a ti su
seguidor con tan mal fario
que tras de ellas en el calendario
pidiéndoles
que lleguen siempre vivas.
Que hoy al menos recibas la alabanza
y
tal vez una flor que se deshoja;
no habrá más, no esperes hoja roja
ni
siquiera una verde, de esperanza;
justicia es utopía que no se
alcanza;
adelante, Maestro, con tu encargo;
olvidemos por hoy el
gusto amargo
que dejan siempre las ingratitudes;
la Patria está
pidiendo que le ayudes
a sacar a sus hijos del letargo.
Profr.
Benjamín Cortés Valadez
Escuela Normal Superior de México
Mayo 15,
2010
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