La cuestión es: ¿Quién debe desempeñarse como profesor en la enseñanza básica, los normalistas u otros profesionales?
Se piensa erróneamente que la docencia es "algo" que se da con la práctica diaria, al estar frente a un grupo y transmitir los conocimientos. Es por esta razón, entre otras, que actualmente la burocracia de la SEP cree que cualquier persona con título profesional y hasta sin él, puede dar clases en la educación primaria y secundaria fundamentalmente.
En nuestro país, es en las Escuelas Normales en donde se forma a los profesionales que se encargan de la labor docente en la educación básica, para lo cual cuentan con planes de estudio, personal calificado y con experiencia en el campo, instalaciones, equipamiento y tradición pedagógica, para cumplir satisfactoriamente con esta función.
De las universidades e instituciones técnicas de enseñanza superior, egresan profesionales para el ejercicio de actividades específicas como la medicina, el derecho, la arquitectura, la biología, la ingeniería, etc., es decir, para la aplicación de sus conocimientos, actitudes, hábitos y habilidades en un campo específico; sin embargo, en los planes y programas de estudio de estas carreras no se cuenta con asignaturas para la formación docente.
El trabajo del profesor no puede desempeñarse adecuadamente sólo con conocimientos en un área específica de la ciencia, es necesario el conocimiento del educando, de la didáctica y de la psicopedagogía, lo cual permite al maestro entender el objetivo de su trabajo, aplicar las herramientas necesarias para facilitar el aprendizaje del alumno, y no ser un simple transmisor de conocimientos.
Actualmente existe un gran desprestigio de la práctica docente; la burocracia de la SEP, en su mayoría universitaria, culpa a las Normales de la actual situación en la educación básica, sin reconocer que son la ocasión de lo mismo que culpan, pero para la comunidad normalista es muy importante conocer los porqués de tal desprestigio, sin duda que una causa (no la única) es debido a que existe un gran número de personas que no son profesionales de la educación y que se desempeñan como tales.
La función del profesor en la sociedad es muy importante, ya que se trata de líderes que operan en las aulas, pero que su acción repercute en las comunidades; las bases de la función social del maestro fueron creadas en el marco de las revoluciones que pugnaban porque los pobres salieran de la ignorancia y la opresión.
La escuela pública en nuestro país es laica, gratuita, democrática, científica y obligatoria para el estado su financiamiento, las Escuelas Normales deben subsistir pues la diversidad de instituciones de enseñanza superior enriquece la ciencia, y la función de las Escuelas Normales está más que demostrada. Tratar de convertir a las Escuelas Normales en escuelas de turismo, no sólo es una traición al magisterio, sino una traición a la patria.
Hoy más que nunca se necesitan maestros comprometidos con su profesión y con el pueblo, que tengan una verdadera vocación, que no vean en el trabajo docente una "chamba" mal pagada, peor reconocida, pero con paga segura.
Se piensa erróneamente que la docencia es "algo" que se da con la práctica diaria, al estar frente a un grupo y transmitir los conocimientos. Es por esta razón, entre otras, que actualmente la burocracia de la SEP cree que cualquier persona con título profesional y hasta sin él, puede dar clases en la educación primaria y secundaria fundamentalmente.
En nuestro país, es en las Escuelas Normales en donde se forma a los profesionales que se encargan de la labor docente en la educación básica, para lo cual cuentan con planes de estudio, personal calificado y con experiencia en el campo, instalaciones, equipamiento y tradición pedagógica, para cumplir satisfactoriamente con esta función.
De las universidades e instituciones técnicas de enseñanza superior, egresan profesionales para el ejercicio de actividades específicas como la medicina, el derecho, la arquitectura, la biología, la ingeniería, etc., es decir, para la aplicación de sus conocimientos, actitudes, hábitos y habilidades en un campo específico; sin embargo, en los planes y programas de estudio de estas carreras no se cuenta con asignaturas para la formación docente.
El trabajo del profesor no puede desempeñarse adecuadamente sólo con conocimientos en un área específica de la ciencia, es necesario el conocimiento del educando, de la didáctica y de la psicopedagogía, lo cual permite al maestro entender el objetivo de su trabajo, aplicar las herramientas necesarias para facilitar el aprendizaje del alumno, y no ser un simple transmisor de conocimientos.
Actualmente existe un gran desprestigio de la práctica docente; la burocracia de la SEP, en su mayoría universitaria, culpa a las Normales de la actual situación en la educación básica, sin reconocer que son la ocasión de lo mismo que culpan, pero para la comunidad normalista es muy importante conocer los porqués de tal desprestigio, sin duda que una causa (no la única) es debido a que existe un gran número de personas que no son profesionales de la educación y que se desempeñan como tales.
La función del profesor en la sociedad es muy importante, ya que se trata de líderes que operan en las aulas, pero que su acción repercute en las comunidades; las bases de la función social del maestro fueron creadas en el marco de las revoluciones que pugnaban porque los pobres salieran de la ignorancia y la opresión.
La escuela pública en nuestro país es laica, gratuita, democrática, científica y obligatoria para el estado su financiamiento, las Escuelas Normales deben subsistir pues la diversidad de instituciones de enseñanza superior enriquece la ciencia, y la función de las Escuelas Normales está más que demostrada. Tratar de convertir a las Escuelas Normales en escuelas de turismo, no sólo es una traición al magisterio, sino una traición a la patria.
Hoy más que nunca se necesitan maestros comprometidos con su profesión y con el pueblo, que tengan una verdadera vocación, que no vean en el trabajo docente una "chamba" mal pagada, peor reconocida, pero con paga segura.
Estamos totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarTal vez la confusión de las masas radica en tomar como un sinónimo de facto la palabra "docente" y "maestro"; la segunda abarca más el sentido de "dominar los conocimientos/habilidades de algo", mientras que la primera es más específica.
Indudablemente hay que reivindicar una imagen -que hace ya muchos años- que el gobierno golpeador se ha encargado de dañar y desvalorizar.
Por último se te invita a re-publicar o sólo publicar (como sea tu elección y como autor por supuesto) en ensm.normalistas.com para que de esa forma exista una mayor integración dentro de la ENSM.